¡Hola esquineros! Hoy tenemos el honor de presentar a Rubén Mompeón, nuestro querido saxofonista.
Este mañico empezó su aventura musical por un acontecimiento fortuito, el padre de nuestro “protafonista” (ay, necesito salir más de casa) era conductor de Tuzsa y se hizo con un clarinete que nadie había reclamado durante dos años en objetos perdidos. Así fue como Rubén decidió empezar a probar con aquel instrumento en la banda de su pueblo, Almonacid de la Sierra.
Pero lo que a él le gustaba de verdad era el saxo, así que pronto comenzó sus estudios en el conservatorio municipal y continuó en el profesional de Zaragoza.
Como era muy espabilado hizo un doble salto mortal y se fue directo al superior sin haber pasado por los dos últimos cursos del profesional. Antes de terminar los estudios superiores en 2007 en el CSMA se diplomó en Magisterio por la universidad de Zaragoza en 2003, otro culo inquieto que además hizo estudios de postgrado en el CSMA.
A nuestro Rubén se le da bien cocinar, pero no bien de “te hago un revuelto apañao y una ensalada bien aliñá”, no señores, es todo un Chef que lo mismo cocina una buena fabada (que le encanta) que te hace una esferificación de morcilla de bisonte ahumado a baja temperatura sobre milhojas de endivia escaldada en jugo de ortiga del Himalaya, o algo parecido.
Ha actuado en agrupaciones como el Quisax ensemble, Banda de la Excma Diputación Provincial de Zaragoza y Orquesta de Cámara-Ensemble Ad Libitum. También ha actuado en el musical Xotares y ha sido saxofonista de la cantante cubana Elaine de Valero. Se ha formado en Jazz y música moderna con profesores particulares, ha hecho grabaciones para radio y TV y ha participado en la grabación de la BSO de la obra El cielo sobre Berlín de la compañía de teatro Che y Moche así como en la de los CDs Bestiarium y Spanish Wind con Wind Orchestra Zaragoza.
La situación más difícil que ha tenido en su vida ha sido una especie de distonía que le obligó a dejar de hacer conciertos durante más de año y medio. Tuvo que desaprender todos los automatismos adquiridos tocando el saxo (toda una vida de práctica) y adquirir nuevos hábitos de técnica instrumental. Por suerte contó con la ayuda del Dr. Rosset y su equipo del Institud del Art de Terrasa. ¡No me digáis que no es todo un luchador! De la relación con este instituto nace su interés por la neurociencia y su influencia en la interpretación, así como el aprendizaje diferencial en la práctica instrumental y musical en general… toma ya, me he quedado más ancha que Miguel Servet y Ramón y Cajal juntos.
Le encanta el deporte, sobretodo el crossfit (otra vez me he puesto a sudar… ¿no sabéis apreciar un buena siesta como yo, o qué?), es fan absoluto de la serie Friends y su compositor favorito es J. S. Bach.
En el campo de la docencia ha sido profesor de saxo y lenguaje musical en la red de escuelas Aca Música, las escuelas de música de Ainzón, La Almunia de Doña Godina, Épila, Alagón, la Aljafería, Villanueva de Gállego y Utebo. A nivel musical le han marcado profesores como Ana Sáez, Rubén Navaroo, Francisco Roy, Mariano García, Perico Sambeat, Pedro Iturralde y Chavi Naval, y en el campo escénico nuestro querido compañero, presentador y músico de la orquesta Joaquín Murillo.
Actualmente es profesor de música en el Colegio Público Puerta de Sancho de Zaragoza y actúa en agrupaciones como la Wind Orchestra Zaragoza o nuestra Orquesta de las Esquinas además de ser miembro del espectáculo Las cuatro estaciones ya no son lo que eran de la compañía Che y Moche.
Por último deciros que nuestro saxofonista considera que lo que más le gusta de nuestra orquesta es el nivel humano y el buen ambiente de trabajo que se crea entre los compañeros.